Que el Manchester City es uno de los cocos para optar al fichaje de Erling Haaland es una obviedad. Los citizens son una potencia económica capaz de llevar a cabo operaciones de la magnitud del noruego verano tras verano, como demuestran sus últimas transacciones y cómo han dado forma al equipo de Pep Guardiola durante todo este tiempo. De hecho, en el Etihad están haciendo cuentas, sumando millones para abordar su fichaje, pero tendrán que afrontar más pronto que tarde un escollo importante: lidiar con Mino Raiola.
La relación entre Raiola y Guardiola es sumamente delicada desde tiempos del catalán en el Barça. Fue en aquella etapa cuando surgieron las mayores fricciones entre el agente italiano y el actual entrenador del City. Fue por la gestión del fichaje de Zlatan Ibrahimovic y por cómo se dio la trayectoria del jugador en el Camp Nou bajo los mandos del catalán cuando comenzó la guerra pública del representante con él. El cruce de declaraciones fue breve pero Raiola mantuvo siempre su campaña en pie contra el técnico.
La historia comienza durante su gran año en Milán, con el Inter, con el que firma un año excelso y llama la atención de Pep Guardiola. Según el agente, el catalán insistió al sueco durante todo el año para que fichara por los culés hasta que lo consiguió durante el verano. Ibrahimovic sólo estaría un año en la Ciudad Condal. La buena relación con el entrenador se diluiría durante la temporada y el jugador acabaría marchándose de nuevo a Italia, esta vez al Milán. Fue en ese momento cuando comenzaría Raiola a destapar todo.
Pese a que las aguas parecen ahora calmadas, en la hemeroteca permanecen las muchas declaraciones del agente italiano sobre Guardiola. «Pep, el entrenador, es fantástico. Como persona, él es un cero absoluto. Él es un cobarde, un perro», llegó a decir en una entrevista en Mirror Raiola, que no se mordió la lengua cuando se trató del catalán: «No odio a Guardiola, pero no me gusta como persona. Me gusta la gente que tiene un carácter diferente al de Pep. Yo no desafío a nadie, pero Guardiola no es el dueño del Barcelona».
Y es que fue la situación con Ibrahimovic y cómo actuó Guardiola lo que llevó al malestar del agente italiano. «Durante un año estuvo llamando él a Zlatan. Hasta diez veces. Ya en Barcelona le dijo lo que quisiera, cualquier cosa. Y de repente le deja de hablar», explicaba Raiola, que recibió una llamada de Txiki Begiristain para explicarle que Messi quería el lugar de Ibra y que debía hacer las maletas: «Begiristain me dice que Guardiola va a cambiar el sistema. ‘Sin problema’, le digo. Txiki me contesta: ‘Sí, hay un problema. Messi fue llorando a Pep y va a jugar por el centro y Pep no quiere dos delanteros’. Y ya no habló más a Ibrahimovic».
El agente reveló que tras irse del Barça intentó fichar por el Real Madrid como castigo a los culés: «Zlatan quiso jugar en el Madrid cuando dejó el Barça. Era el paso ideal. La venganza perfecta con Guardiola». Y es que el italiano ha dicho muchas veces que «futbolísticamente, su juego me parece muy aburrido» e incluso que «Pep tiene problemas consigo mismo» o que «Cruyff y Guardiola deberían irse a un hospital mental juntos, callarse y sentarse a jugar a las cartas».
En el pasado, Raiola llegó a afirmar que «Guardiola no tendrá los cojones para sentarse conmigo» en unas negociaciones o una mera conversación, le hizo la cruz al catalán por lo sucedido. Una muestra de esto es que desde entonces no ha llevado jugadores de su agencia al Manchester City. Ahora aparece la posibilidad de que Haaland firme por los citizens pero antes tendrán que saldar cuentas entre Raiola y Guardiola, algo que parece difícil a tener de la hemeroteca.
De hecho, recientemente se hizo pública la recomendación que le hacía Zlatan Ibrahimovic, aún representando por Raiola, a Haaland ante su futuro más inmediato, recomendándole que firmara por el Real Madrid antes que ningún otro club. Es el propio noruego el que parece tener más claro este paso, que ve como una prioridad firmar por el conjunto blanco, como ya le ha transmitido en varias ocasiones a su agente. El italiano tiene su propio pensamiento y apuesta por el Barça.